Lunes Santo de 2003. Este comentario lo extraje del antigüo foro cofrade "Ole ole los locos", donde alguien escribió algo tan bello como esto:
"No defraudó José María, y estuvo con los suyos. Pero no vino solo, y bajó al Carmen acopañado de una pléyade de ángeles.
Porque ¿acaso no eran ángeles los que revoloteaban bajo los pasos?
¿Acaso no eran San Miguel y San Rafael los capataces del Cristo Prendido?
¿Acaso San Miguel no mandaba frente al respiradero de Patrocinio?
¿Acaso no había querubines nazarenos llorando frente a su andas?
Yo estuve allí, y doy fé de ello. La lluvia pasó de reina a olvidada. Dios volvió a hablar a través de los tubos del órgano del Carmen, ordenando el silencio a través de "A Tí Manué" y "Rocio". Y el público en la Iglesia obedeció su orden, con emoción contenida. El aplauso suspendido, la lágrima no. Las miradas incontenibles, el suspiro inabarcable. Y el palio de la Señora, levitando sobre el mármol carmelitano hasta posarse ante Sta Teresa, en una "tirá" intemporal. Y el paso de misterio flotando sobre los cientos de cabezas espectantes, "revirando" en un golpe de timón que parecía eterno, hasta mostrar el rostro sangrante de Jesús a la Virgen del Carmen.
Y de pronto, la magia. Suenan los ángeles tamborileros de la Oliva, y entra el duende por el cancel de la Iglesia. Revolotea entre las arañas observando su presa y atrapa las entrañas de los presentes. De ahí en adelante se desata el éxtasis, y el aplauso y los vítores empiezan a a arañar las paredes. Lágrimas, desmayos incluso. El barco se sigue meciendo majestuoso al envite de las olas de cientos de cabezas, al compás de "Jesús en su Prendimiento" y "Presentado a Sevilla". Sin aspavientos, sin premura. El péndulo del reloj de pared se detiene, hipnotizado. El golpe de horquillas lo ponen los corazones revestidos de tergal hueso, al unísono. Y el paso de misterio se niega a tocar el suelo. "Padrenuestro", "Alma de Dios", "Alma mía", se van desgranando, como olivas, cayendo del árbol del paso. Y las voces de los presentes, aceituneros improvisados, se prestan a recogerlas, uniéndose y exprimiendo la melodía hasta encontrar su jugo. Cadenciosamente, como una canción de cuna, entre los arrumacos de su cuadrilla angelical, Jesús Prendido se va adormilando bajo el coro de la Iglesia, soñando con el Lunes Santo que viene...
Asustado por los aplausos del público arracimado contra los repiraderos, el duende vuela al otro lado de la Iglesia, resguardandose en el ascua de luz del palio de la Señora. Y los caireles vibran con el sonido del martillo. Pífanos y chirimías celestiales se manifiestan con "Soleá dame la mano" y un silencio de sepulcro se apodera del momento, aguantando escasamente hasta el primer golpe de pié izquierdo, en que las palmas ganan la batalla. La gravedad no existe, "Caridad de Gualdaquivir" y "Virgen del Sol" se encargan de suprimirla. El palio, movido como si la brisa matutina de la Alameda lo poseyera, va sorteando las lámparas una a una., como si no estuvieran. Los "guapas" y "vivas" se estrellan contra las bambalinas, y no hay más lluvia sobre el manto de Patrocinio que las lágrimas de su gente. En un constante contraste de sonidos, el solo de "Aniversario" detiene el pálpito de los corazones. Despiertan las bóvedas de nuevo, con sus alegrías finales, y el paso, como una bailaora que se niega a dejar de bailar, mansamente, se posa sobre las frías losas del Carmen.
EL soplo de un "Salve Madre" va apagando las luces del templo y de las almas. José María se lleva a sus ángeles, -ensayando ya para el año que viene-, y nosotros nos damos cuenta de que somos mortales. Abrumados aún, salimos a la Alameda por la puerta de la Iglesia y, de pronto, recordamos que el exterior existe y que llueve..."
Para aquellos que no tuvieron la suerte de estar en ese momento, comento a grosso modo que el comentario arriba expuesto se refiere al Lunes Santo que no pudimos salir a realizar Estación de Penitencia. José-María Verdía, nuestro Presidente del Coro y Hermano Mayor de la Cofradía del Cristo del Prendimiento y Santa María del Patrocinio, falleció el 31 de Diciembre del 2002, con lo cual fue un momento muy emotivo. Los que estuvieron en la Iglesia del Carmen esa tarde sabrán de lo que hablo.
6 comentarios:
jope me acuerdo muy bien de ese día, fue emocionante, jose antonio jomio me has emocionado y todo besos
Holaa, me comentaron que teniais un Gloss y ya me lo he leido enterito!! jaja, espero que se sigan contando muchas historias que me traen muy buenos recuerdos.
Al leer el post se me han puesto los vellos de punta, yo tambien estuve ahi y lo recuerdo muy bien y con mucha emocion, fue un momento que no se volvera a repetir.
Bueno espero que esteis bien y prometo seguir al dia en el Gloss jaja, besos
Se me han saltado las lagrimas al leerlo, como llorabamos sin consuelo.
Me acuerdo que entonces yo era acolita de Patrocinio y como Felipe me decia que por favor no llorara mas que me iba a poner mala.
Solo podia decir que era injusto.
Como cantabamos los del coro entreabrazados delante de los dos... En fin muchos recuerdos.
Y Juanma se desmayó, es verdad.
Besos, nos vemos
¡Jopetas! Yo me harto de escribir y ahora viene uno que con cuatro palabrejas bien puestas os derretís con él. Si es que sois de lo que no hay...
anda celoseteeeeee
HOLA GENTE TB ME ACUERDO MUCHO DE ESE DIA Y LO QUE SENTIMOS TODOS LOS QUE ESTUVIMOS ALLI QUE FUE ALGO INOLVIDABLE Y MUY ESPECIAL Y QUE SEGURO NUNCA OLVIDAREMOS. LA VERDAD QUE MI TB ME SE ME HAN SALTADO LAS LAGRIMAS POR QUE NO VEAS QUE BIEN ESCRITO ESTA.
UN BESOTEEEEEEEEEE GENTE
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