domingo, 8 de marzo de 2009

El día más largo... ¡y el más diver!

Hola, mundo. Hoy el día ha comenzado a las 10:00 en el garaje, de donde hemos partido a lejanas tierras (San Fernando) para concluir con los cantos cuaresmales del Cristo de Medinaceli, en la Iglesia Mayor. Para dejar constancia de haber actuado, hemos grabado la misa, a ver cómo suena eso.
Hemos tenido un ambiente distendido durante la celebración, incluso hemos tomado fotos con la nueva cámara de Maika. Al terminar la misa, nos dirigimos nuevamente a Cádiz para degustar el almuerzo que teníamos preparado en el restaurante "El Dorado", en la calle Abreu.
¡Pechá comé! A saber, según recuerdo, ensalada tropical. marroquí, con espárragos, papas fritas acompañadas con salsa picante, sin contar con los platos que nos pedimos cada uno: comidas marroquíes, bolivianas, mexicanas... un festín para el paladar.
Hoy ha sido el primer día que han salido juntos (no como novios) Ainara y Andrés (3 y 0 años respectivamente). Ainara nos ha deleitado durante todo el almuerzo con varios sol sobreagudo que ha hecho las delicias de los tímpanos más sensibles. En cierta ocasión, ella se encontraba muy alegre moviendo una botella de agua, percatándome que posiblemente ella sería buena para despachar copas cuando sea mayor. Conversación íntegra:

-Yo: ¡Ainara, que cuando seas mayor vas a ser barman, no, barwoman!
-Antonio: ¡Barwoman no, Robin!



El postre fué pantagruélico. Trozos de tarta "Muerte por Chocolate" aterrizaron sobre nuestras mesas, siendo devorados con ansia. Tampoco estuvo nada mal el postre de Natalia, "algo con leche", que me metí entre "peshoespalda" tras terminarme mi trozo de tarta. ¡Uf, que güeno!
Al terminar el almuerzo, a punto de salir, aparece un tipo vestido de ratón (el Pérez, se entiende) y comenzó a "entretener" a la clientela sentada fuera del restaurante recitando un romancero (si no no sé que hacía con un cartel con fotos pegadas y un palo dando "golpetasos" al mismo.



Esto es Carnaval... bueno, lo que queda.



Los chicos del restaurante nos obsequiaron con chupitos de margaritas (de flores no, de lo otro), concluyendo así azaroso día de canto. Tras recordarnos a nosotros mismos que el próximo viernes volvemos a darle a la campanilla, nos despedimos hasta la semana que viene.
Voy a tomarme un Salcedol, en Eno o un Primperán...

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